Estoy mirando mi escritorio donde reposa un sobre sin abrir. Conozco al remitente, no esperaba volver a saber de él. Ha pasado mucho tiempo. No sé si quiero leer sus palabras, ¿por qué me ha escrito una carta? ¿Por qué ahora después de tantos años?
Dejo el sobre sin abrir sobre el escritorio y voy a ocuparme de mis tareas. Quizás la rutina me aclare lo que debo hacer. Quiero evitar enfrentarme a su contenido, temo que esas palabras derrumben mi existencia. Pero una sensación me persigue durante todo el día, la certeza de que en algún momento deberé enfrentarme a esa carta, a las duras palabras que deben aguardarme en su interior. Apenas puedo concentrarme, no dejo de imaginar todo tipo de situaciones ocultas en esas letras que esperan a ser leídas.

Al volver a casa, el sobre sigue ahí. Como era de esperar, nada va a cambiar que me haya escrito… Solo sé que no quiero volver a esa parte de mi pasado. Sin embargo, siempre pensé que no me había escapado del todo, sabía que volvería a encontrarme. Solo era cuestión de tiempo que este terrible momento llegase.
Me decido a abrirlo. Con manos temblorosas, rasgo el sobre y leo despacio esas palabras. Intento que la lentitud de la lectura haga menos doloroso el mensaje. No puedo creer que esto esté ocurriendo. Me pide que vaya al terrible lugar donde ocurrió todo, para contar la verdad, esa verdad que lleva años atormentándome.
Después de pasarme un buen rato llorando con un ataque de ansiedad, consigo calmarme. Releo la carta para asegurarme de lo que me dice y lo decido. Tengo dudas, no sé si haré lo correcto o no, pero quiero hacerlo. Debo hacerlo. Supongo que ya he esperado demasiado y no puedo evitarlo más.
Volveré a aquel castillo donde hace varios años ocurrió la peor experiencia de mi vida, pues me siento culpable por haber huido. Le abandoné en el peor momento. Tengo miedo, pero no puedo echarme atrás. Asumiré la responsabilidad por lo que le hice. Soy una Maldita Culpable.
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Este microrrelato está inspirado en los hechos que desencadenan la trama de Malditos Culpables, la novela visual que estuvimos desarrollando aunque finalmente decidimos cancelar, no definitivamente, pero ya no será una novela visual como contamos en esa otra entrada «El dilema con Malditos Culpables».
Por la novela visual tenemos muchas ilustraciones terminadas de los personajes, escenarios y objetos, como esta carta que ilustra el microrrelato. En este texto quise explorar la ansiedad que tuvo que vivir Amy al recibir esa carta de Malik, aún antes de leerla sabía que la haría regresar a los terribles eventos ocurridos en el pasado y de los que no puede seguir escapando.
Fue interesante escribir un pequeño relato ambientado en una de nuestras historias.
¡Gracias por leer!
